Evolución de la esclerosis múltiple

Es imposible predecir el curso que la EM tomará en cada persona, aunque los cinco primeros años pueden dar una indicación de como se desarrollará la enfermedad en dicha persona. Esta se basa en el curso de la enfermedad durante ese período y en el tipo de enfermedad (es decir, de recaída- remisión o progresiva). El nivel de discapacidad alcanzado al final de etapas tales como los cinco y diez años se considera como un predictor fiable del curso futuro de la enfermedad. Sin embargo, este escenario presenta diversas variables:

 

Un amplio porcentaje de personas con EM (45% aproximadamente) no se ven severamente afectadas por la enfermedad y viven una existencia normal y productiva.

 

Existe un grupo significativamente amplio (40%) que se convierte en progresivo después de un período de varios años de recaída-remisión.

 

El sexo y la edad al inicio de la enfermedad pueden ser indicadores del curso de la enfermedad a largo plazo. Algunos estudios indican que una edad inicial inferior (menos de 16 años de edad) implica un pronostico mas favorable, aunque esto debe considerarse junto con el conocimiento de que un adulto joven que viva con EM durante 20 ó 30 años puede sufrir una discapacidad considerable incluso si el progreso de la misma es lento, y durante los 10 ó 15 primeros años la enfermedad le afecte con relativa levedad. Otros estudios indican que el inicio a una edad tardía (es decir, más de 55 años) particularmente en los hombres, puede resultar en un curso progresivo de la enfermedad (EMSP o secundaria progresiva).

 

La posibilidad de recibir terapia contra la EM debería resultar alentadora para aquellas personas que hayan sido diagnosticadas recientemente. Medicamentos tales como el interferon beta son tratamientos habituales para las personas que sufran la forma remitente recurrente de la enfermedad. Este tipo de fármacos trata de aminorar la progresión de la enfermedad así como reducir la severidad y frecuencia de las exacerbaciones. En estos momentos no se sabe con certeza si el interferon beta ejerce impacto alguno en la EMPP (primaria progresiva). Las investigaciones realizadas actualmente en materia de la EM ofrecen la esperanza de que las terapias que interfieren con el proceso de la EM (aunque no curen la enfermedad) pueden resultar una expectativa para el futuro.

 

No debe olvidarse que muchas personas que sufren de EM viven con una discapacidad manejable (por ejemplo: fatiga, leve cojera, problemas de vejiga). Sin embargo, alrededor de un 15% de afectados, puede llegar a sufrir una discapacidad severa (es decir, teniendo que usar silla de ruedas con carácter permanente). La esperanza de vida de las personas con EM puede considerarse prácticamente normal.

 

Las personas que sufren esclerosis múltiple deberían hacer todos los esfuerzos posibles para conservar un buen estado de salud general. Puede resultar muy útil seguir una dieta sana, estableciendo prioridades para conservar energía y seguir un sistema regular de apoyo emocional.